Fernando Pucheta Sánchez recibió doble reconocimiento por su labor altruista al obtener la medalla Hayek International Production por su labor humanitaria y el crecimiento de su Fundación «Una Mano Amiga».
Tras su trabajo inicial con jóvenes con problemas de adicción en Mazatlán y luego al ostentar cargos de elección popular como regidor, diputado y alcalde de Mazatlán, Fernando Pucheta hoy es una figura pública que ha logrado trascender gracias a la gestión que realiza a través de las redes sociales a favor de los más necesitados, estimó Jessica Hayek, presidenta de Hayek International.
A su vez, Pucheta Sánchez agradeció a todos los que le han abierto las puertas de su hogar para lograr no una nueva forma de hacer política, sino una nueva manera de ayudar a los que menos tienen.
También dedicó sus reconocimientos a su equipo de Una Mano Amiga, que sin ser empleados, con voluntad y esfuerzo han logrado conjuntar acciones para mejorar la vida de los demás. Además, agradeció el apoyo que ha recibido de parte de la señora Lety Coppel y el hotelero Ernesto Coppel Kelly, que lo han impulsado para ejercer su actuación humanitaria.
La tarde noche de este jueves, Pucheta Sánchez recibió los distintivos al lado de grandes personalidades del ámbito social, artístico y deportivo.
El Consejo de Hayek International Production integrado por su presidenta Jessica Hayek, el actor Eduardo Shacklett y el reconocido cantautor Álvaro Carrillo, hicieron homenaje con video reseñas a cada uno de los laureados.
Un momento emotivo fue cuando el haitiano Vilsaint Occean, destacado promotor de las Artes Marciales en México, cedió su medalla a Pucheta Sánchez, en reconocimiento a su labor a favor de los más vulnerables.
Algunas personalidades galardonadas fueron el actor y conductor Alfredo Adame, la cantante Sagrario Bello por su lucha contra el cáncer; Antar El Hechicero, por su apoyo a la asistencia social y al voluntariado, entre otros.
El momento culminante fue la actuación de la banda musical ADR, cuando los capitalinos se levantaron a bailar a ritmo del son sinaloense.
