LA REVOLUCION EN MAZATLAN, La batalla de Olas Altas

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Enrique Vega Ayala

Cronista Oficial de Mazatlán

Un día después del bombardeo accidental sobre la ciudad (el 6 de mayo de 1914) un grupo de estudiantes de la Escuela Normal de Profesores de México se une, en Mazatlán, a los constitucionalistas. Venían desde la ciudad de México simulando hacer campaña para la unidad nacional ante la invasión norteamericana en Veracruz, para tener la tolerancia del gobierno federal empeñado en esa misma misión.

El 17 de mayo Obregón deja Mazatlán para continuar su campaña hacia Guadalajara. Deja sitiado el puerto. Al mando de la tropa queda el General Ramón F. Iturbe, apoyado por los Generales Juan Carrasco y Macario Gaxiola; los coroneles Ángel Flores, Manuel Mesta, Mateo Muñoz, Isaac Espinosa, Fructuoso Méndez; los Tenientes Coroneles Ernesto Damy Jr. y Ascensión Escalante; y, los Mayores Manuel Barraza y Pedro H. Zavala.

El 15 de junio, el cañonero “Tampico” de las fuerzas constitucionalistas, al mando del Capitán Hilario Rodríguez Malpica, se dirige de Topolobampo a Mazatlán para apoyar a los atacantes de este puerto, pero fue perseguido en alta mar por el buque “Guerrero” de las fuerzas huertistas. Tras un enconado y desigual combate, el “Tampico” fue hundido por sus propios tripulantes para evitar que cayera en manos del enemigo. El Capitán Rodríguez Malpica se quitó la vida y sus marineros fueron hechos prisioneros.

(Olas Altas 1914)

(Olas Altas 2014)

Tras la renuncia de Victoriano Huerta a la Presidencia de la República y su huida al extranjero, el 20 de julio los cónsules mazatlecos de Alemania, Noruega, Inglaterra, Francia, Chile y España, se entrevistan con Juan Carrasco en el Venadillo para ofrecerse como intermediarios en busca de la paz para la localidad. Se realiza una conferencia entre los bandos a bordo del buque de guerra norteamericano “Albany”. Las negociaciones no prosperan. Por insistencia del cuerpo consular mazatleco, se realiza una segunda reunión, esta vez a bordo del crucero norteamericano “California”, con el mismo resultado que la anterior.

Tras el breve armisticio, los revolucionarios arrecian los combates para tomar Mazatlán. El 4 de agosto las tropas huertistas inician la fuga armando un muelle improvisado en Olas Altas. Iturbe ordena intensificar la batida. Juan Carrasco se apodera del sitio “Lechería de Tellería”. El Teniente Coronel Juan Ramón Rangel se apodera de “La Redonda” luego de que sus soldados atravesaran el estero casi desnudos, sobre tablones flotantes. Enseguida se apoderan de la Loma Atravesada al ser abandonada por los federales.

(Olas Altas 1914)

(Olas Altas 2014)

El 9 de agosto se verifica el asalto final y toma de este puerto. Huye el jefe huertista Miguel Rodríguez. Las últimas tropas federales intentan alcanzar los barcos surtos en Olas Altas de manera precipitada ante la entrada a la ciudad de los revolucionarios. Como les habían cerrado prácticamente todas las salidas, improvisaron un pequeño muelle sobre lanchones para llegar a las embarcaciones que los trasladarían a Manzanillo. El avance de los revolucionarios dentro de la ciudad fue relativamente rápido, tanto que se desarrolla una tensa balacera. Muchos federales fueron sorprendidos, por los hombres de Ángel Flores, sobre el malecón y en el embarcadero habilitado en el Paseo Olas Altas. El Capitán Guillermo Nelson aprehende al Coronel Francisco Reynoso y a 17 soldados federales que pretendían huir en una panga remolcada por una lancha de gasolina.

Según el parte oficial, el tradicional Paseo mazatleco quedó sembrado de cadáveres; los revolucionarios perdieron 222 soldados y 257 resultaron heridos en esa batalla y se estimó en poco más de 400 los muertos del bando enemigo, que registró poco más de 500 heridos y casi 300 prisioneros. Ángel Flores es ascendido a General Brigadier debido a su desempeño en esas acciones.

(Playa Olas altas 1914)

(Playa Olas altas 2014)

El último gobernador huertista de Sinaloa, el general Miguel Rodríguez que defendió obstinadamente la plaza de Mazatlán, huyó en el cañonero “Guerrero”; lo acompañaban 97 personas más, entre las que Héctor R. Olea menciona al Dr. Martiniano Carvajal, a Teodoro Cruz y Genaro Estrada, quienes habrían colaborado en los gobiernos locales que apoyaron al usurpador. La persecución contra todos los simpatizantes y colaboradores de las fuerzas federales fue cruenta.

(Playa Olas altas 1914)

(Playa Olas altas 2014)

El fusilamiento del Coronel Reynoso, del Capitán 1° José D. González y de otros oficiales federales, tras juicio sumarísimo, resulta “natural”, en medio del conflicto. Sin embargo, la anécdota del caso de Francisco de Sevilla ilustra lo extremo de las acciones punitivas aplicadas por el bando ganador. Sevilla era Interventor del Gobierno en el Banco Occidental y fue señalado por el jefe de telégrafos como traidor a las causas revolucionarias. Se le acusaba por el contenido de un mensaje suyo, enviado a su hermana en la Ciudad de México, al final de los días de la Decena Trágica, en febrero de 1913, hacía más de año medio ya al momento de la denuncia. De acuerdo con Oses Cole, los términos del telegrama de Sevilla eran los siguientes: “Celebro fin tragedia con resultados dicen tiene (punto) Vil acción cometida por Madero (coma) supóngolo demente (punto) Dios proteja a nuestra querida patria (punto) Mucho deseo saber de ustedes (punto)”. El 15 de octubre de 1914, Francisco de Sevilla fue fusilado. De nada valieron decenas de telegramas y cartas abogando por él, que se enviaron a Carranza, a la viuda de Madero y a los militares responsables del caso.

(Playa Olas Altas 1914)

 

(Playa Olas Altas 2014)

Aquí no hubo ya más batallas en aquella lucha fratricida cuya periodicidad aceptada nacionalmente abarca de 1910 a 1917. Eso sí, Mazatlán ya no sería el mismo.

(La violenta toma del puerto en 1929 es harina del mismo costal, pero se cuece aparte).